El es de una especie irreverente,
que detesta la solidaridad.
Le gusta estremecerse en esa ciencia,
de darse todo, en contra de los demás.
Carga un gesto promedio,
entre rudo y cordial,
simula ser hombre de mundo,
para humillar de local.
Se hamaca, esquiva el centro,
pendula por la extremidad,
y, en cuanto se queda quieto,
se empieza a incomodar.
Cualquier indicio de brillo
él cree que es superstición,
con tal de no conectarse
esquiva cualquier emoción.
Y no está solo, no está solo,
no está solito.
Buscando una ropa, una capa,
una armadura celestial,
o algo que lo recubra,
lo distinga de los demás.
Siempre y cuando lo esconda
de la mirada fatal:
¡No vaya a ser cosa que sepan
que te puede llegar a engañar!
Camina entre cardos y espinas,
en hielo, o hirviente carbón
y duerme en cama de clavos,
disfruta de cualquier dolor.
Piquetes de ojo,
rencores de toda la sociedad;
sospecha que todo conspira
en contra de su vanidad.
Y no está solo, no está solo,
no está solito.
Tiene muchos... tiene muchos amiguitos.
Trata de mimetizarse
con gente de otro color,
se acerca a hormigas obreras
para probar su cañón.
Cuando se arrima a ellos,
humilde, como para ayudar,
los mira como desde lejos,
como si fueran de otro lugar.
De que vale su intransigencia,
de que le vale pelear
contra las injusticias del mundo,
contra toda la inseguridad.
De qué le valen sus armas,
la sugestión de su voz,
si todos sabemos que esconden
un pobre y débil corazón.
Y no está solo, no está solo,
no está solito.
Tiene muchos... tiene muchos soldaditos.
Por eso detesta el arte,
delata otra realidad;
el caos, el dolor inmundo,
que trae ilegalidad.
El corazón en la mano,
o la lengua en la piel,
o una conciencia transparente,
que lo haga quererse querer.
Si al fin pudiera enjuiciarlo,
lo harÃa con severidad,
que se cargue encima, para siempre,
como yo, su pena capital.
Pero, un dÃa, un viejo sabio
lo vio escondido en mi sombra
y, aunque no tiene perdón,
si lo mato a él, me muero yo
si lo mato a él, me muero yo
si lo mato a él, me muero yo
Y no estoy solo, no estoy solo,
no estoy solito.
Tengo muchos... tengo muchos amiguitos
Autor(es) / Compositor(es): Cordera - Cespedes
LISTADO DE TEMAS: